miércoles, 1 de abril de 2009

El Mito de Pigmalión y Galatea


Aquí os dejo un precioso mito que demuestra que no todos las historias de amor acaban mal, espero que lo disfrutéis.


Pigmalión reinaba en la isla de Chipre consagrado al bien de su pueblo, dedicando su tiempo libre a esculpir hermosas obras de arte. Ni las mujeres ni lo material le importaban, sus criados y amigos aseguraban que a sus estatuas solo les faltaban vida
Cierto día Pigmalión se animo a crear una estatua femenina de una perfección y belleza como nunca antes había realizado, mientras mas trabajaba se fue entusiasmando mas y mas, lentamente la figura de una esquisita dama se fueron formando, sus labios parecían entreabriese esperando una sonrisa, los ojos casi centelleaban y los dedos eran aptos para la mejor de las caricias.Cuando termino su obra maestra la vistió con las mejores galas, y la cubrió con las más hermosas flores. Luego le fue dando mas toques que hicieron resaltar más su belleza, el monarca escultor vio perplejo que se había enamorado perdidamente de su obra. Días después y con ocasión de que los chipriotas celebraban de forma anual la fiesta a Afrodita éstos oyeron atónitos una extraña súplica de su soberano:
¡Oh bondadosa Afrodita, que otorgas vida y amor, a todos los que confían en ti, concédeme la gracia de derramar tus dones sobre Galatea para que pueda adorarla como un ser humano más!
Lleno de fe se dirigió al taller y vio como su sueño se veía realizado Galatea iniciaba un coqueteo guiño con sus ojos, lentamente la estatua comienzo a respirar y a su autor y le tendió la mano para que la ayudara a bajar del pedestal.Pigmalión la tomo con inmensa dulzura y le pregunto si quería ser reina de Chipre a lo que Galatea respondió "con ser tu esposa me conformo"
La boda de ambos fue fastuosa y como invitada de honor acudió Afrodita, se discutía cual era mas hermosa, La diosa o Galatea, pero el reino estaba feliz por que por fin podrían tener un descendiente, el cual fue llamado Pafo.
Pigmalion y Galatea ni en la de sus sucesores, nunca faltaron las ofrendas en el tiempo de Afrodita

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Entrada publicada por Sara.